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Para considerar la importancia que se establece en relación al concepto “evaluación” podemos resaltar las múltiples facetas que se han contemplado dentro del marco legal. Dentro del VI punto del preámbulo de la LOGSE 1990 y LOE 2006, podríamos destacar que “La importancia concedida a la evaluación se pone de manifiesto en el tratamiento de los distintos ámbitos en que debe aplicarse, que abarcan los procesos de aprendizaje de los alumnos, la actividad del profesorado, los procesos educativos, la función directiva, el funcionamiento de los centros docentes, la inspección y las propias administraciones educativas” así como dentro del art.14.1 del Real Decreto 111/2016 de 14 de junio de la actual LOMCE se establece una serie de caracteres en los que viene implícita su propia importancia al aludir que “La evaluación se convierte , en sí misma, en un proceso educativo que considera al alumnado como centro y protagonista de su propia evolución, que contribuye a estimular su interés y su compromiso con el estudio, que lo ayuda a avanzar en el proceso de asunción de responsabilidades y el esfuerzo personal, y que le facilita el despliegue de sus potencialidades personales y su concreción en las competencias necesarias para su desarrollo individual e integración social”

 

De este modo, teniendo presente estos argumentos presenciales en la diferente normativa, así como siguiendo a Castillo Arredondo y Bolívar Botía (2002); Sánchez Almagro (2014); McComick y James (1997); Tejedor Tejedor y Rodríguez Diéguez (1996); Mora Hernández (2006); podremos destacar los siguientes valores conceptuales

 

 

 

En consecuencia la importancia de la evaluación radica en poder valorar y comprobar los logros de los objetivos establecidos; visualizar la labor del docente; los aciertos y necesidades dentro del proceso pedagógico; saber las expectativas, intereses, estilos y ritmos de aprendizaje necesarios; favorecer el avance de la experiencia educativa; analizar los cambios del alumno y desarrollo personal; crear factores para potenciar la calidad educativa, generando estrategias de mejora; recoger información útil para retroalimentar y transformar; estimular las aptitudes personales y profesionales, con el fin de crear una mayor competencia social e individual del alumnado; visualizar la evolución, adquisición de responsabilidades, el esfuerzo personal del alumnado y desplegar su potencial personal al máximo.

Por este motivo, en este apartado consideramos imprescindible incluir aspectos relativos tales como los Criterios de Promoción y Calificación, Momentos de la Evaluación, Técnicas, Estrategias e Instrumentos para evaluar y la Rúbrica. En este último apartado hemos seleccionado algunas en la web y hemos realizado una para impregnar así nuestro toque personal en este aspecto.

(Las fuentes consultadas aparecerán en el apartado BIBLIOGRAFÍA)

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