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Competencia lingüística

 

El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho. 

Miguel de Cervantes Saavedra

Las competencias básicas son aquellas que se adquieren en la educación básica y que permiten el ingreso a los trabajos o estudios superiores.

En Andalucía, Según el artículo 5 de la Ley 17/2007, de 29 de diciembre, Se incorporan las nuevas competencias y saberes necesarios para desenvolverse en la sociedad, con especial atención a la comunicación lingüística y al uso de las tecnologías de la información y la comunicación.

Años más tarde  el artículo 2.2. del Real Decreto 1105/2014, de 26 de diciembre entre las competencias del currículo aparecen 7, que son básica donde  la comunicación lingüística y el análisis lógico matemático son claves.

Para una adquisición eficaz de las competencias y su integración efectiva en el currículo, deberán diseñarse actividades de aprendizaje integradas que permitan al alumnado avanzar hacia los resultados de aprendizaje de más de una competencia al mismo tiempo. 

La competencia lingüística se refiere a la utilización del lenguaje como instrumento de comunicación oral y escrita, la representación, interpretación y comprensión de la realidad, la construcción y comunicación del conocimiento, y la organización y auto-regulación del pensamiento, las emociones y la conducta. (D Alías. 2011),

 

La competencia lingüística, analiza contextos y situaciones comunicativas diversas, la utilización de la lengua, la comprensión y expresión empleada en cada acto de comunicación, entre otras funciones y estudios. Nuestra sociedad afronta la expansión imparable de información y comunicación. La educación actual tiene que preparar a sus alumnos a enfrentarse a esta situación.

Hay que hacer hincapié en que la lectura constituye una actividad clave en la educación por ser uno de los principales instrumentos de aprendizaje cuyo dominio abre las puertas a nuevos conocimientos. Los diversos propósitos de la lectura deberían ser tenidos en cuenta a la hora de trabajar en el aula y, para ello, debieran desarrollarse estrategias que facilitaran al alumnado su consecución.

En la sociedad de la información, además de comprender la lectura, es preciso saber encontrar entre la gran cantidad de información disponible, en distintos formatos y soportes, aquella que interesa. El desarrollo del hábito lector comienza en las edades más tempranas, continúa a lo largo del periodo escolar y se extiende durante toda la vida. Un deficiente aprendizaje lector y una mala comprensión de lo leído abocan al fracaso escolar y personal.

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